La primavera es la estación de las polinosis por definición. Muchas especies polinizan en este período y hacen que el número de reacciones alérgicas se dispare. Las personas son cada vez más conscientes de esto y recurren a terapias y remedios naturales como método de prevención. Evitando o aliviando así la aparición de los síntomas.
Algo menos común, pero igualmente molesto y preocupante, son las alergias en otoño. Un fenómeno en constante aumento del que oirás hablar cada vez más a menudo.
En este artículo encontrarás:
Las principales causas de alergia en otoño
Las probabilidades de que las alergias otoñales aumenten en el futuro son muchas, puesto que dependen de diferentes factores.
Los pólenes de las “malas hierbas” (parietaria, llantén, artemisia, etc.) representan solo una parte de los alérgenos que actúan entre septiembre y diciembre en el hemisferio norte.
Después del verano, la vuelta al cole, a la oficina y a los ambientes cerrados, también representan un riesgo para las personas sensibles. Los mohos y ácaros proliferan gracias a las temperaturas favorables causando los síntomas típicos de las reacciones alérgicas.
Además, según la Sociedad española de alergología e inmunología clínica, el cambio climático y la contaminación son dos componentes que influyen exacerbando la situación.
¿Por qué enfrentar las alergias otoñales con remedios naturales?
El tratamiento para los pacientes con alergias estacionales empieza, sin duda, por un correcto diagnóstico. Después, la prevención juega un papel fundamental en la vida de las personas que sufren alergias.
Los remedios naturales, desde este punto de vista, representan una opción interesante, puesto que ayudan a atenuar las reacciones alérgicas del organismo.
En los pacientes con polinosis, lo recomendable es trabajar la regulación de la respuesta inmunitaria. Cuidar la alimentación es el primer paso, y la terapia se puede basar en la integración de algunos alimentos:
- La miel contiene una pequeña dosis de polen. Tomado habitualmente, hace que el cuerpo se acostumbre a la presencia del alérgeno.
- Los probióticos ayudan a mejorar la calidad de la flora intestinal. Tienen un efecto calmante, reduciendo la producción excesiva de anticuerpos.
- La vitamina C es efectiva tanto para la prevención como para el alivio de los síntomas.
- Alimentos ricos en ácidos grasos esenciales para regular la respuesta del sistema inmunitario.
- Sales minerales como el magnesio relajan la musculatura lisa y ayuda a respirar mejor.
- El Reishi es un hongo que se utiliza en medicina oriental y cada vez más difundido en occidente por sus beneficios.
Desde luego, la prescripción de una dieta equilibrada debería ir acompañada de un estilo de vida activo. La buena forma física es un concepto que a menudo se deja en segundo plano, pero practicar ejercicio físico solo puede aportar mayores beneficios.
Cuando el otoño llega y con él las reacciones alérgicas, se pueden aprovechar remedios naturales para aliviar los síntomas y evitar los efectos secundarios de los medicamentos convencionales.
Las infusiones balsámicas, los lavados nasales y el magnesio ayudan a respirar mejor y eliminar los alérgenos. La vitamina C, el té verde, la cúrcuma, la ortiga, etc., reducen la producción de anticuerpos y ayudan a calmar el picor.
La aromaterapia es otra alternativa eficaz contra los molestos síntomas de la alergia. Ofrece alivio inmediato y su aplicación preventiva también ha demostrado buenos resultados.
El papel del terapeuta en la prevención de alergias
Actualmente más de un tercio de la población española sufre alergias estacionales y las previsiones no son de las mejores. En las próximas décadas habrá un aumento significativo de casos.
Por eso, informar y hacer prevención es esencial. Sobre todo, con los pacientes más sensibles: niños, ancianos y personas con patologías respiratorias.
En este panorama, los medicamentos para aliviar los síntomas son importantes para mejorar la vida de pacientes en los períodos de máxima concentración de alérgenos. Sin embargo, las terapias preventivas naturales junto a una serie de buenas prácticas son indispensables para enfrentar el problema a la raíz y evitar complicaciones.