Desde que ha llegado la primavera y ha cambiado la hora me encuentro con muchos artículos sobre síntomas de astenia primaveral y dietas detox. A pesar de que existen varias teorías sobre la eficacia o menos de seguir un régimen depurativo, la importancia de cuidar la alimentación en cada estación es sin duda el punto de partida para garantizarnos un mejor estado de salud y evitar que la pereza y la fatiga se apoderen de nosotros.
Es cierto que cada estación puede afectar unos órganos más que otros: las vías respiratorias, por ejemplo, sufren especialmente durante la época fría y el sistema digestivo es más llamado en causa en los periodos de cambio de temperaturas.
Por esto un ajuste en la alimentación en primavera podría ayudarnos a mejorar la funcionalidad de nuestro organismo y de nuestro estado de ánimo.
Ahora en primavera el órgano más sensible es el hígado. Considerado la glándula más grande en nuestro organismo, es indispensable para la realización de muchas funciones, como la metabolización de agentes tóxicos externos o producidos por nuestro organismo y filtrar bacterias.
Si durante el invierno has abusado de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares refinados, alcohol y además has aguantado altos niveles de estrés, quizás tu hígado esté sobrecargado y tú estés sufriendo de la dicha astenia primaveral.
Una forma de superar o prevenir estos síntomas consiste en reducir la ingesta de alimentos que resultan de difícil digestión y que aumentan el trabajo del hígado (cuáles alimentos procesados, con colorantes, ricos en grasas saturadas y azúcares refinados entre otros) y aumentar la actividad física al aire libre.
Y si es verdad que con los cambios de las temperaturas y de las actividades cotidianas podemos sufrir por el cansancio y los cambios de humor debidos a la astenia primaveral, la naturaleza nos ofrece unos remedios que pueden ayudarnos a superar esta fase de cambios con más energía y vitalidad. Tanto los famosos batidos verdes (que no hacen milagros, ¡pero ayudan!) cuanto la introducción de más porciones de fruta y verdura en nuestra dieta cotidiana nos aporta vitaminas, agua y sales minerales que hidratan y dan energía a nuestras células.
En este artículo encontrarás:
Fitoterapia para la primavera
Existen estudios científicos que comprueban la eficacia de algunas plantas con propiedades hepatoprotectoras, digestivas, regeneradoras y antioxidantes hepáticas.
Éstas plantas son las más comunes:
Cardo Mariano (Silybum marianum)
Es una planta de origen mediterráneo que crece espontánea en tierras áridas.
Principio activo: se utiliza desde tiempos antiguos para tratar alteraciones de las funciones hepáticas y la parte rica en Silimarina (su principio activo principal) es el fruto.
Propiedades: es antihepatotóxica frente a intoxicaciones virales, de origen vegetal (Amanita phalloides) fármacos, metales pesados y etanol, entre otros.
Si quieres saber más sobre el cardo mariano te sugiero este post.
Boldo de Chile (Peumus boldus Molina)
Es una especie originaria de America del Sur, se encuentra especialmente en Chile y sus propiedades son 
Principio activo: de la planta se utilizan las hojas, que contienen alcaloides, flavonoides y aceites esenciales ricos en hasta 46 componentes, entre los cuales: limoneno, ascaridol, alcanfor, cineol y linalol).
Propiedades: tiene propiedades hepatoprotectoras, digestivas y de regulación de la bilis (colerética y colagoga).
Alcachofera (Cynara scolymus )
Es una planta perenne bien conocida en culinaria y sus propiedades terapéuticas se conocen desde tiempos antiguos. 
Principio activo: sus principios activos, ácidos fenólicos y ácidos orgánicos, son hidrosolubles y nos podemos beneficiar de ellos preparando una simple infusión de hojas secas.
Propiedades: la Alcachofera destaca por sus propiedades hepatoprotectoras y de regulación de la bilis (colerética y colagoga).
(Fuente: Manual de Fitoterapia)
Las plantas medicinales actúan sobre las funciones de nuestro organismo y pueden tener efectos secundarios. Se recomienda siempre la opinión de un experto, especialmente en casos de embarazo, lactancia, alergias, terapia con algún medicamento o se sufre de alguna patología.
