En otro artículo te he hablado de mi experiencia con el uso del deshidratador de alimentos. Aunque al principio me haya costado un poco acostumbrarme, con el tiempo he logrado elaborar recetas muy sabrosas, como estos crackers raw de linaza y verduras que te propongo hoy.
¿Por qué comer unos crackers “crudos”?
Habrás oído hablar de raw food, que traducido literalmente sería comida cruda puesto que en la preparación no se utilizan los métodos de cocción tradicionales. Muchos chefs y expertos en comida raw, sin embargo, prefieren utilizar la traducción “comida viva” que denota la esencia de este tipo de alimentación que mantiene la naturaleza de los compuestos bioquímicos de los alimentos.
Y ¿qué beneficios nos aporta la comida viva?
A nivel nutricional, los alimentos crudos o preparados a temperaturas inferiores a los 45-50 grados permiten dejar inalteradas las propiedades de frutas y verduras.
Otro detalle interesante de la alimentación raw es el uso de semillas rehidratadas que, gracias al proceso de activación, resultan más digeribles y más ricas en principios activos. En este artículo de Ecoagricultor encuentras más detalles acerca de la activación de frutos secos y semillas.
Definitivamente, el sabor de la comida raw es otro punto a favor. Yo he probado estas galletas saladas raw en un show cooking de comida saludable y me han encantado, así que me he decidido a prepararlas.
Receta de crackers raw caseros
Para la realización de esta receta me he inspirado en el pan raw propuesto por Elka de LalaKitchen y en otra receta de snack de cebolla.
Ingredientes
- 1 calabacín mediano
- 1 zanahoria
- 1/4 de cebolla
- 1 diente de ajo
- 3 cucharadas de semillas de girasol (sin sal)
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 80 g de semillas de linaza trituradas
- 1 tomate seco
- 1/2 cucharadita de sal
- Especias al gusto (orégano, tomillo, pimentón, etc)
Preparación:
- Lava las verduras y córtalas en pedazos grandes. Viértelas con el resto de ingredientes en la batidora y mezcla todo unos minutos hasta obtener una masa homogénea y de consistencia blanda (pero no líquida).
- Reparte la mezcla en las bandejas de tu deshidratadora (o en una bandeja para hornear si lo vas a hacer en el horno de cocina).
- Programa el deshidratador a una temperatura de 50 grados durante las primeras 2 horas y luego baja a 45 grados durante 2 horas más.
- Al cabo de las 4 horas los crackers deberían estar ya bastante compactos. Si es así dales la vuelta y corta unos rectángulos. Deja deshidratar durante otras 3-4 horas o hasta que los crackers estén bien crujientes.
El resultado es un snack saludable que puedes utilizar como desayuno o para acompañar tus sopas y entrantes cremosos. Combina muy bien con quesos para untar y hummus.
Y tú, ¿ya has experimentado los crackers raw o algún otro alimento preparado con deshidratador?