Las plantas con propiedades medicinales se pueden utilizar de diferentes maneras para aliviar molestias y síntomas de algunas enfermedades o para mejorar nuestro bienestar. Los principios activos son las sustancias que nos brindan poder medicinal y, en muchos casos, se obtienen con los extractos de plantas. Pero, ¿qué es un extracto vegetal?
Te explico qué se entiende por extracto de planta medicinal en fitoterapia y cuáles son los extractos vegetales más comunes.
En este artículo encontrarás:
¿Qué es un extracto de planta?
La palabra extracto viene del latín extractus que significa “arrastrado hacia afuera”. Esto es literalmente lo que ocurre con los principios activos de las plantas cuando se someten a un proceso de extracción y sus principios activos son extraídos, arrastrados.
Muchas veces, el término extracto se utiliza de forma incorrecta para indicar plantas medicinales trituradas o liofilizadas, lo que puede crear algo de confusión. Para obviar el error, simplemente hay que tener en mente que los extractos vegetales son aquellos que se obtienen a través de un proceso de extracción.
Los aceites esenciales también son un producto extractivo, pero son mezclas aromáticas que se obtienen con técnicas diferentes respecto al resto de extractos, por lo que les dedicaré otro artículo aparte.
El proceso de extracción
En fitoterapia la técnica de extracción de principios activos vegetales es un proceso que implica la relación sólido/líquido. La parte sólida está constituida por la planta o sus partes y el líquido es el fluido (llamado solvente) utilizado para extraer las sustancias activas de la planta.
El extracto es el resultado que se obtiene y que en principio se presenta en un estado líquido.
Sin embargo, los extractos no siempre son líquidos porque el proceso de extracción puede prever una segunda fase en la que los principios activos son separados del solvente. En estos casos el resultado final será un extracto seco.
La obtención de principios activos vegetales con la extracción es un método que utilizaban ya las civilizaciones antiguas y su origen se desconoce.
Los solventes tradicionalmente más empleados para los extractos han sido el agua y el alcohol. Hoy día estos líquidos todavía se utilizan en algunas técnicas de extracción.
Principales métodos de extracción de plantas
Los extractos con procesos de extracción sólido/líquido se pueden dividir en cinco diferentes métodos:
- Infusión: en este caso se utiliza el agua hirviendo como solvente para extraer de la planta las sustancias medicinales. Para saber más puedes leer el artículo “cómo preparar una infusión medicinal”.
- Maceración: consiste sumergir la planta en el solvente a temperatura ambiente por un determinado tiempo. El solvente puede ser agua, pero según el principio activo que se quiera extraer también se utilizan alcohol o aceites.
- Decocción: el proceso es similar a una infusión, pero en el decocto la planta hierve en agua por un período de tiempo determinado para permitir la extracción de las sustancias vegetales.
- Digestión: es una maceración que se lleva a cabo con un ligero calentamiento del solvente durante la extracción.
- Percolación: con este método la extracción se realiza haciendo pasar el solvente por la planta. El líquido pasa de arriba hacia abajo de forma continua permitiendo la extracción de las sustancias sin presión. Para este tipo de extracción se utiliza un aparato llamado percolador o lixiviador.
Tipos de extractos de plantas: ejemplos
En el método de extracción, como te explicaba, se pueden utilizar diferentes tipos de líquidos (agua, aceites, alcohol, etc.) para el proceso. Además, según la técnica que se utiliza obtendremos un extracto de consistencia diferente: líquida, blanda o seca.
Por todas las variaciones que admite este método, los extractos que se obtienen también tendrán aspectos y nombre diferentes.
Los extractos líquidos son:
- Tisanas: son el resultado de procesos como la infusión o la decocción en las que se emplea el agua como solvente y una o varias plantas como parte sólida.
- Tinturas: se obtienen con la maceración, percolación u otros métodos de extracción utilizando la droga vegetal desecada y alcohol.
Los extractos secos son el resultado de distintos procesos que permiten el aislamiento de los principios activos obtenidos con los métodos de extracción. Se trata de procesos más complejos que permiten obtener los extractos en forma de polvo seco (criomolido o atomizados) que facilita una dosificación precisa y una mayor concentración de principios activos.
¿Cómo hacer extractos de plantas medicinales en casa?
Una de los métodos de extracción de sustancias medicinales más fácil para hacer en casa es la infusión. Probablemente ya habrás hecho esta preparación más de una vez, pero si tienes dudas sobre qué es y cómo se hace una infusión medicinal en otro artículo te explico más detalles.
Además de realizar correctamente el proceso de infusión, también hay que tener en cuenta que no todos los principios activos son solubles en agua. Los frutos del cardo mariano ricos en silimarina, por ejemplo, son liposolubles (se disuelven en sustancias grasas) por lo que el proceso de infusión o decocción no nos dará los resultados deseados.
Como imaginarás, para hacer extractos de plantas caseros y naturales de modo correcto hay que conocer no los procesos de extracción, sino las peculiaridades de las plantas y las sustancias que se desea obtener. Así te aseguras un resultado eficaz y seguro.
¿Cómo se consigue esta información? Lo ideal es estudiar principios básicos de fitoterapia porque las plantas pueden ser tan beneficiosas como tóxicas si no se emplean adecuadamente.
Si te animas a experimentar con algunos extractos de plantas sencillos en casa puedes encontrar información útil y recetas tanto online como en libros. En estos enlaces te sugiero algunas fuentes que utilizo yo como referencia:
Si conoces otras páginas y libros con información práctica para la elaboración de extractos vegetales puedes dejar un comentario al final de este artículo.
¿Cuáles son los mejores extractos?
Hay una serie de factores que influyen en la calidad de un extracto:
- La materia prima, su origen, calidad, etc.
- El método de extracción.
- La concentración de principios activos diferentes entre plantas.
- El tipo de solvente.
- Las condiciones de almacenamiento.
- El tiempo de conservación.
Todas estas variables pueden darnos infinitos resultados.
Preparar extractos de hierbas en casa utilizando plantas y solventes de calidad puede ser una opción. Sin embargo, si no tenemos las herramientas para medir las proporciones de principios activos en nuestros extractos, será imposible determinar las dosis. En definitiva, será imposible utilizarlo para un tratamiento de forma eficaz.
En mi opinión, comprar extractos de plantas estandarizados sigue siendo la mejor opción tanto en términos de calidad cómo de seguridad. Para saber más acerca de este tema te sugiero leer el artículo “Propiedades de las plantas medicinales: ¡Natural no es sinónimo de inocuo!”.
Fuentes consultadas:
http://www.fcn.unp.edu.ar/sitio/tecnofarma/wp-content/uploads/2013/02/Extracci%C3%B3n.pdf https://www.plantas-medicinal-farmacognosia.com/temas/m%C3%A9todos-de-extracci%C3%B3n/percolaci%C3%B3n/