Hace unos días he asistido al monólogo Odio, de Dani Rovira. Además de recomendártelo porque a mí me ha gustado mucho, quería compartir un fragmento que me ha encantado:
«… a ver qué es lo que está frenando a la perra? Y cuando miro veo que todo su afán era pararse un momento porque ella lo que quería era oler una flor. Me quedé mirando esa imagen y creo que ahí lo entendí todo. Ahí fue cuando dije, espera, espera. Igual la vida es eso. Igual la vida consiste en, de vez en cuando, pararte un ratito a oler una flor..».
Contemplar flores. Es una actividad que me encanta y me he derretido frente a esa imagen de la perra que se para frente a una flor para olerla. Bueno, que para ella oler es observar.
Quizás en nuestro día a día estamos muy ocupados y preocupados para parar a ver las flores, pero de vez en cuando puede ser una buena idea hacerlo. Para relajar, meditar, concentrarse, retomar el contacto con la naturaleza y con uno mismo…
Más allá de los beneficios que nos puede aportar pasar un rato en entornos naturales, observar la belleza de las flores es una actividad perfecta para la primavera. Por esto, en las próximas semanas te invito a practicar lo que los japoneses llaman hanami. ¡Sigue leyendo para saber más acerca de esta tradición!
Hanami: la tradición japonesa de ver flores
La palabra hanami en español significa «ver flores«. Sin embargo, como ocurre a menudo con las palabras japonesas, un término concentra un significado más amplio que es difícil entender fuera del contexto cultural.
Para los japoneses hanami es una tradición centenaria que coincide con el período de floración de los cerezos que, según la región, va desde finales de febrero hasta los comienzos de mayo.
El hanami consiste en reunirse en parques y jardines para disfrutar de este espectáculo de la naturaleza. Observar los cerezos en flor que parecen nubes de algodón rosado desde lejos y ver los detalles de la flor de cerca.
La contemplación de la belleza de las flores se ha convertido en un festival que cada año se celebra con paseos en entornos naturales y espacios verdes de la ciudad donde es posible asistir al espectáculo de la floración de los cerezos.
Además de la contemplación, los japoneses suelen hacer picnic bajo las copas de los cerezos para disfrutar la atmósfera y la belleza a lo largo del día.
En algunas ciudades, en los parques y jardines en flor incluso se decoran los cerezos en flor con luces para disfrutar de un paisaje romántico por las noches y practicar el hanami bajo las estrellas.
Curiosidades sobre la tradición hanami
Las flores del cerezo son muy delicadas y tienen una vida bastante corta. Por este motivo, las instituciones de las diferentes regiones monitorean las condiciones climáticas para pronosticar la floración de los cerezos y avisar a la población acerca de las fechas previstas para el hanami cada año.
Al tratarse de un evento de masa que concentra muchas personas en algunos parques y jardines está prohibido hacer picnic.
También, es posible que algunos lugares limiten el acceso o establezcan reglas de comportamiento durante la celebración del hanami. De todos, modos, existe un código de comportamiento en entornos naturales en japón que comprende advertencia como:
- Evitar tocar las flores y, por supuesto, no arrancarlas.
- No subir encima de los árboles y no sentarse o pasear encima de sus raíces.
- Recoger la basura y llevarla a casa si en el parque no hay contenedores. Esto puede sonar raro, pero en Japón es algo habitual.
Sin duda, se trata de unas normas que se deberían tener en cuenta siempre en los entornos naturales para proteger la vida silvestre y prevenir la contaminación medio ambiental.
Los cerezos en flor son un espectáculo único, pero puedes practicar el hanami con otras flores. Estoy segura que con la llegada de la primavera y de las buenas temperaturas no te faltará ocasión para observar árboles y campos en flor.
¡Anímate a hacer un picnic en el campo esta primavera y disfruta de la belleza de las flores! Igual la vida es eso, ¿no crees? 😉