Las plantas medicinales han acompañado al hombre en su evolución cultural y científica. Hoy en día gracias a la tecnología y a la experimentación científica podemos aprovechar las propiedades de muchas plantas para la curar enfermedades.
Hace siglos, cuando el ser humano aún no disponía del conocimiento suficiente para extraer, aislar y examinar los principios activos de las plantas la intuición y la experiencia representaban herramientas valiosas.
La teoría del signo, también conocida como teoría de las signaturas o doctrina de las signaturas ha sido uno de estos “instrumentos” que el hombre ha utilizado para entender la naturaleza durante siglos antes de la medicina moderna.
¿Qué es exactamente la teoría de las signaturas?
La teoría de las signaturas es una interpretación de las propiedades curativas de las plantas y otros elementos presente en la medicina popular de muchas culturas antiguas.
En Europa, por ejemplo, la influencia cristiana sugirió que el creador se comunicaba con el hombre a través de los signos presentes en plantas y otros elementos para indicar los beneficios terapéuticos.
En muchos casos los nombres de las plantas están inspirados en esta doctrina.
Es el caso del cardo mariano (Silybum marianum), por ejemplo. Según la leyenda, la Virgen María derramó leche de su pecho sobre esta planta mientras amamantaba el niño Jesús. Desde entonces, las hojas de la planta quedaron manchadas de un color blanco lechoso y es por eso que se llama “mariano”.
Según la teoría de las signaturas, esta planta tiene propiedades galactogénas, es decir, favorece la producción de leche materna estimulando las glándulas mamarias.
La uva (Vitis vinifera), en cambio, al ser similar a la úvula, la pequeña campanilla que cuelga de nuestro paladar. Por eso llevan el mismo nombre en latín y por eso esta fruta era indicada para curar la irritación de esta parte del cuerpo.
Plantas medicinales y sus propiedades según la teoría de las signaturas
En el Período Renacentista, fue el médico y astrólogo Paracelso quién volvió a recuperar esta creencia pseudocientífica e impulsarla. Algunas de las propiedades de las plantas basadas en la teoría de las signaturas proceden de descripciones en obras de este período:
- La cola de caballo (Equisetum arvense) se tenía que emplear en la cura de las fracturas óseas. Pues la planta es parecida con la columna vertebral.
- El hipérico (Hipericum perforatum) era la planta indicada para curar las quemaduras y otras irritaciones de la piel. Pues las minúsculas perforaciones en sus hojas eran similares a los poros de la dermis. Además, su floración coincidía con el verano y sus flores amarillas de cinco pétalos se parecían con el sol, fuente de calor.
- El trébol (Trifolium pratense L.) por las manchas blancas en sus hojas se asociaba a la cura de las cataratas.
- La nuez (Juglans regia L.), según la doctrina de los signos, podía sanar los males de la cabeza gracias a su semejanza con el cerebro.
No hay duda de que la teoría de los signos sea una pseudociencia, sin embargo, es curioso leer como a veces los poderes de las plantas indicadas por los defensores de esta doctrina coinciden con las propiedades de las mismas plantas encontradas con métodos científicos.
La fitoterapia científica y la farmacología moderna, al fin y al cabo mucho deben a la sabiduría popular sobre las plantas medicinales transmitida de generación en generación.
¿Habías oído hablar de la teoría o doctrina de los signos? Si conoces otra leyenda acerca de alguna planta medicinal te espero en los comentarios 🙂
Srita. Porru ,la felicito por sus apuntes yo recién inicio formalmente en el estudio uso y aplicación de las plantas
su servidor M.V.Z. Ramiro Rodríguez Rosas buscare aplicar los conocimientos tanto en el área animal como en la humana, reciba un afectuoso saludo desde Sta. Catarina, N.. L. México.
Gracias por tu mensaje, Ramiro. ¡Un abrazo!